Los docentes de la Universidad Industrial de Santander (UIS), Daniel Orlando Martínez Quezada, Karin Julieth Aguilar Imitola y Henry Lamos Díaz, quienes lideran la rama de logística humanitaria del grupo Ópalo, están a cargo del proyecto, que se denominó DSS para la Gestión de Desastres en Bucaramanga.

La plataforma está abierta al público y se puede ingresar a ella a través de http://dssdmbucaramanga.uis.edu.co:8080. Al acceder, la interfaz principal exhibe las opciones de albergues temporales, población y planeador logístico.

La primera lleva a un mapa que señala las ubicaciones consideradas aptas para ser albergues temporales después de un sismo; es decir, muestra los lugares donde se podrían alojar a los damnificados por una catástrofe de ese estilo. En la ciudad, los sitios escogidos, 73 en total, fueron zonas verdes, polideportivos e instituciones educativas.

En esta opción, la plataforma indica la cantidad de personas que se pueden instalar en los posibles albergues. Además, muestra la vulnerabilidad, en una escala de uno (muy seguro) a cinco (muy vulnerable), que tiene cada uno de ellos. Esta variable se calculó teniendo en cuenta la distancia de los lugares escogidos a las tres fallas sísmicas que rondan Bucaramanga y la clasificación por tipos de construcción y de suelo.

Con la segunda se accede a un mapa en el que está la microzonificación sísmica que estimó el equipo de investigación. Allí se advierte, según el color, el nivel de vulnerabilidad por zonas de la ciudad. Rojo es alta; naranja, media-alta; amarillo, media; verde, media-baja y azul, baja. También, según el censo de 2005, se presenta la cantidad de habitantes que hay en cada manzana.

En el planeador logístico, que es la tercera opción, se puede simular lo que ocurriría si hubiera un sismo con una determinada profundidad y magnitud. Para hacer este ejercicio, se pide el Índice de Desarrollo Humano, que para Colombia fue de 0,727 en 2016, debido a que, como lo afirma Martínez Quezada, se “parte del hecho de que un país más desarrollado es menos vulnerable, lo que indica que tiene mejores prácticas para construir”.

De igual forma, se solicita la densidad poblacional de Bucaramanga, que es de aproximadamente 35 personas por kilómetro cuadrado. Cuando se hace la simulación, la plataforma señala automáticamente los albergues que mejor funcionen para cada situación y las posibles rutas para optimizar la distribución de ayuda humanitaria.

Daniel Martínez, Karin Aguilar y Henry Lamos, profesores e investigadores del Grupo Ópalo de la UIS. / FOTO SUMINISTRADA
Daniel Martínez, Karin Aguilar y Henry Lamos, profesores e
investigadores del Grupo Ópalo de la UIS. / FOTO SUMINISTRADA

Cabe resaltar que la herramienta continúa desarrollándose. Aguilar Imitola señala que se tiene la información necesaria para agregarle al proyecto la ruta de evacuación que se debería tomar en cada manzana luego de un sismo. Asimismo, los tres docentes concuerdan que con la metodología creada se puede ampliar el proyecto a la prevención de otros tipos de desastres naturales como las inundaciones y los incendios.

Sin embargo, resaltan la necesidad del apoyo de la Administración Municipal y de la Gobernación de Santander para lograrlo. “Nosotros lo que queremos es simplemente decirle a las entidades gubernamentales que aquí está la herramienta para que hagan buen uso de ella”, puntualiza Lamos Díaz.

Por Jonathan Méndez Espindola
jmendez171@unab.edu.co

 

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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