Farid Jaimes Camacho con la medalla de bronce obtenida en los Juegos Parapanamericanos Juveniles en Brasil. /FOTO KEVIN CALA PÁEZ

Volante abierto por derecha, igual que el jugador que más le gusta, Arjen Robben, del Bayern Múnich (que también es su club preferido). Esa es la posición en la que juega Farid Camilo Jaimes Camacho, un joven de 18 años que sueña con traer una medalla de los próximos Juegos Paralímpicos y sacar adelante a su familia.

Practica fútbol desde los siete años y a los 11 empezó a entrenar con el Atlético Bucaramanga. Cuando era sub-15, en un partido amistoso que jugaban en la cancha Santa Bárbara contra la categoría sub-17, hacia el minuto 30 del primer tiempo, recuerda que empezó a sentir mareos, como si estuviera borracho, pero no se dejaba caer.

Dice que duró así por diez minutos hasta que no se aguantó y se acostó. En ese momento llegó su entrenador y vio que la parte derecha del labio se le subía, pensó que se trataba del azúcar porque a Farid en esos días le habían hecho exámenes por unos mareos que presentó en el momento.

Casualmente ese día el papá de Farid, Ludwing Jaimes García, había ido al partido, porque llegaron unos amigos de su hijo a la casa y él los llevó hasta la cancha. Fue quien trasladó al jugador a la Clínica Foscal, vio el momento en el que lo sentaron en una silla de ruedas y le hicieron una prueba para ver si se trataba del azúcar. A los 20 minutos, dice Jaimes Camacho, llegó un doctor que dijo: “Póngase serio, luego me pidió que sonriera, y sonreí. El lado izquierdo de mi labio se cayó. Se dieron cuenta que estaba infartado”.

Duró nueve días en coma. En ese tiempo los diagnósticos que daban sobre las secuelas eran que no podría volver a caminar, ver, hablar, que quedaría en un estado vegetativo. “Usted sabe que todo papá tiene una esperanza en los hijos, mi papá tenía esa fe en mí, y orando mucho me desperté y pude verlo”, señala Farid. Luego de unos días, lo primero que dijo fue pan, porque tenía ansias de comerse uno.

“Este incidente se le dio a él porque tiene una mutación en la proteína de la sangre, eso son enfermedades silenciosas que nunca se van a ver, solo se la descubrieron por lo que le dio”, expresa Ludwing jaimes.

Farid Jaimes Camacho junto a su papá Ludwing Jaimes García. En su pecho cuelga la medalla de bronce obtenida en los Juegos Parapanamericanos Juveniles en Brasil. / FOTO KEVIN CALA PÁEZ
Farid Jaimes junto a su papá Ludwing Jaimes García. /FOTO KEVIN CALA PÁEZ

El joven jugador recuerda que tiempo después de lo ocurrido empezó la depresión a tal punto de pensar en suicidarse. “Una vez intenté lastimarme, con un cuchillo empecé a cortarme los brazos”. Pero agrega que su papá siempre estuvo apoyándolo, diciéndole que siguiera adelante, que iba a ser exitoso y que esas palabras lo calmaban, hacían que asumiera las cosas de una mejor manera.

Proceso de recuperación

Ómar Durán Castro, fisioterapeuta deportivo, ha sido una de las personas que ha acompañado a Farid en su recuperación. Señala que el trabajo se ha dado en tres fases: la inicial era hacer la evaluación, mirar en qué condiciones estaba, cómo eran sus movimientos. “Algo que nos favoreció es que él era deportista y esa huella deportiva ayudó en su mejoría”, comenta Durán Castro, y agrega que en la medida que fue dando resultados y vieron que había mejorado la marcha, su coordinación y algunos movimientos, a comparación de la primera fase, “fuimos incrementando las propuestas, como llevarlo al gimnasio, hacer fortalecimiento muscular, ir a piscina, empezarle a trabajar todas esas retracciones, esa espasticidad que Farid estaba manejando”.

Jaimes García expresa que el apoyo del club ha sido fundamental, porque el costo médico para recuperarlo es alto. “Los directivos han aportado todo eso, el médico, el gimnasio, a Ómar Durán, a la terapéuta Ivon Castellanos”. También asegura que los jugadores han sido muy importantes en este proceso porque lo animan, le regalan guayos, camisetas, sudaderas, lo que necesite, y han estado al tanto de su recuperación.

Dice que una vez hicieron una recolecta de dinero y se la dieron para que pudiera ir con su hijo a un microciclo de la selección, debido a que la Federación no lo podía convocar por aún no haber pertenecido a la categoría de parálisis cerebral a nivel nacional.

Jaimes Camacho luego del entrenamiento del Atlético Bucaramanga junto al capitán del equipo, Yulián Anchico Patiño / FOTO KEVIN CALA PÁEZ
Jaimes Camacho luego del entrenamiento del Atlético Bucaramanga junto al capitán del equipo, Yulián Anchico Patiño. /FOTO KEVIN CALA PÁEZ

Farid Jaimes suma a otras personas que han sido importantes en su recuperación, como Durán y Castellanos. El expresidente del Bucaramanga, Héctor Cárdenas Álvarez, quien falleció el año pasado, el médico Jhon Jairo Acevedo y sus mejores amigos, Karol Cárdenas y Daniel Mahecha. Con Mahecha juega en el Xbox One que tiene en su casa, van a piscina o ven películas, dice que eso le ayuda a distraerse y olvidar los pensamientos negativos que le vienen por momentos.

Medalla en Parapanamericanos

Hace un año su profesor le preguntó qué quería y Farid respondió que ser jugador de la Selección Colombia. El pasado 26 de marzo volvió de Brasil con una medalla de bronce, luego de ser parte de la selección de fútbol 7 paralímpica que representó a Colombia en los Juegos Parapanamericanos, en Sao Paulo. “Al principio todo va a ser difícil, yo ya lo experimenté, pero uno debe tener fuerza de voluntad y salir adelante”, expresa el deportista.

Cuando supo de la convocatoria al seleccionado nacional dice que lloró con su papá y describe la experiencia como magnífica. “Es la primera vez que salgo del país, que viajo en avión, que me concentro 20 días con un equipo y encima con la selección Colombia, es algo inolvidable”. Agrega que tuvieron partidos difíciles contra Brasil, Argentina y Chile y que el único no tan exigente fue contra Venezuela. Ese tercer puesto obtenido les dio cupo para el Mundial que se realizará en agosto del próximo año en España.

Ahora Farid se prepara para ese certamen. Dice que está trabajando duro en mejorar cosas que considera estuvieron mal en estos Parapanamericanos, como la visión, técnica y la velocidad.

Por Kevin Cala Páez
kcala690@unab.edu.co
@cala03

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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