Los cuatro jugadores de tenis de campo en silla de ruedas que representan a Santander, se ven obligados a gestionar, por su cuenta, los recursos que no les dan los entes a los que están vinculados.
‘Colombia Sin límites’ es el Club con el que están registrados en el Instituto de la Juventud, el Deporte y la Recreación de Bucaramanga (Inderbu). Los torneos Interclubes son respaldados por este instituto, sin embargo no han realizado para tenis de campo. Luis Emiro Peña, uno de sus miembros, dice que la razón es que “el tenis es muy diferente a los demás deportes de discapacidad porque es prácticamente individual”, y sin participar no hay apoyo municipal.
Además, pertenecen a la Liga Santandereana Lidesir. En esta se agrupan las 15 disciplinas deportivas que practican las personas con discapacidad, y depende del Instituto Departamental de Recreación y Deportes (Indersantander). La ayuda económica dada por este instituto es solo cada cuatro años, cuando clasifican a los Paranacionales.
Aseguran que Indersantander nunca tiene los recursos necesarios para asistir a las competencias de clasificación y a las nacionales, en algunos casos los jugadores solo piden “denos el aval y nosotros buscamos los recursos propios o los gestionamos para poder asistir y a veces ni el aval”, como manifestó Juan Gabriel Gómez Hernández, tenista de campo en silla de ruedas.
Este mes se realizó un torneo en Bogotá. Su entrenador, William Leguizamón, expresó a 15 que “acuden casi todos los jugadores de Colombia de todos los departamentos, les pagan la ida, uniforme y nosotros los santandereanos ni siquiera podíamos ir”, porque no había para el transporte ni la inscripción.
No les dan implementos
En Colombia, el valor de una silla deportiva está alrededor de los seis millones de pesos. Es necesaria porque están elaboradas en aluminio, con rines livianos para que tengan movilidad y estabilidad en la cancha; además son hechas a la medida de cada jugador, dependiendo de la lesión que tenga.
Sin embargo, de acuerdo con el deportista Alexis Camacho, la mayoría de personas con discapacidad “no tienen recursos para comprar una silla de ruedas de ese valor”. Por medio de bazares y otras actividades que ellos organizan las han ido adquiriendo.
Otro gasto que deben cubrir es el de las raquetas. Cuando les han proporcionado esta herramienta no han sido las adecuadas. Sostienen que les entregan las que son para principiantes porque tienen un costo más bajo que las que ellos utilizan, las profesionales, cuyo precio supera los 800 mil pesos. Por lo cual ponen de su bolsillo para estarlas renovando, puesto que el tenista paralímpico choca constantemente la raqueta con la silla y el suelo, acelerando su deterioro.
No han contratado un entrenador
William Leguizamón es entrenador de tenis de campo hace más de 38 años, decidió preparar a los deportistas en silla de ruedas sin recibir dinero a cambio. Él asegura que ha gestionado los recursos cuando los institutos no se hacen cargo. En varias ocasiones es quien ha asumido gastos de los jugadores cuando no los patrocinan o hay fallas en la logística de los torneos.
Juan Gabriel Gómez sostiene que “Indersantander es el que hace la contratación de los entrenadores y para tenis realmente hace años no se ha contado con uno”. Los jugadores resaltan la labor que hace el ‘profe Leguizamón’ pero exigen que se asuma la obligación departamental que les deben.

Inderbu declara
El enfoque del instituto son los procesos de formación para la masificación del deporte, por lo cual todo lo que sea competitivo no va acorde con su misión. Si un club deportivo pide apoyo para una competencia, no es visible para el Inderbu, solo a algunas solicitudes puede ofrecer patrocinio.
Respecto al entrenamiento e implementos, tampoco son los encargados de financiar. “Para eso está el Indersantander y están las ligas deportivas”, afirmó Javier Isidro Gómez Carreño, encargado del área de actividad física adaptada para población con discapacidad. Dado que lo anterior son parte de proyectos que les corresponden a una estancia superior, quien debe generar el sustento del entrenador y la instrumentación.
Indersantander responde
Hay un proceso para obtener y dar los recursos. Indersantander pasa una solicitud a la Gobernación, donde incluyen todos los requerimientos de las ligas.
El apoyo económico lo reciben por semestre. La coordinadora de alto rendimiento deportivo, Mabel Mosquera, declaró que para 2017 solo les dieron una parte del total solicitado en primer semestre y ahora deben “ir a pedirle otra vez al gobernador porque ya se acabó”.
En cuanto al apoyo que Indersantander brinda a deportistas y entrenadores, depende de la categoría en que se encuentren por haber obtenido medallas de oro, plata y bronce.
En el caso del tenis de campo en silla de ruedas, Mosquera dice que aunque han participado en 2008 y 2011 en Paranacionales, no han obtenido medallas. Razón por la cual su entrenador no tiene contrato.
Siempre que se vincula un entrenador lo hace gratis, “el Indersantander los contrata antes de los juegos Paranacionales unos tres o seis meses”, después de la competencia, vuelven a hacer su labor sin ánimo de lucro, excepto si logran subir en el ranking.
La coordinadora de alto rendimiento deportivo aseveró que en el proyecto ya enviado para los torneos nacionales de 2019, está incluida la contratación de Leguizamón por cinco meses.
Los jugadores de tenis de campo en silla de ruedas aseguran que las instituciones ven su deporte como una disciplina que no les da medallas, sin embargo, practicar una actividad física les ha ayudado a ser fuertes, en su vida personal y profesional. Por esto piden que los directivos de los institutos promocionen el tenis de campo y el deporte en general para personas con discapacidad, puesto que es una alternativa de rehabilitación.
Por Karen Julieth Sánchez D.
ksanchez814@unab.edu.co