Periódico 15 presenta su especial “La mujer en el deporte” con la sección digital “Talento santandereano: mujeres que hacen historia”. Yoreli Rincón, María José Uribe, Valentina Becerra y Lucía Bautista destacan en este espacio por su talento en diferentes disciplinas deportivas como el fútbol, el golf, la natación y el squash, respectivamente. La narrativa de sus historias es relatada a modo de cuento para llegar directo al corazón de nuestros lectores y así motivarlos a cumplir sus sueños tal y como estas estrellas santandereanas del universo deportivo actual lo hicieron.
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Cuento 1: Hazleydi Yoreli Rincón Torres
Fútbol, fútbol y más fútbol

Hace 26 años, un 27 de julio, nació en Piedecuesta (Santander) una niña llamada Hazleydi Yoreli Rincón Torres. Su mamá era jugadora de fútbol de salón en su municipio natal, Piedecuesta, y su padre era dueño de una fábrica de balones en Bucaramanga, donde la niña ayudaba a coser las pelotas. Con el paso del tiempo, Yoreli fue creciendo. Ella contaba con el ejemplo y apoyo de su madre y hermano para jugar fútbol. Sin embargo, no con el de su padre. Pero esto no fue un impedimento para que la pequeña niña de siete años cumpliera su sueño de ser jugadora profesional de fútbol.
A tal edad, Yoreli ya deslumbraba a sus compañeros del Club Nantes-Servifarma con “veintiunas” que llegaban a 400 toques, pero ella sentía que no estaba avanzando en lo que tanto le gustaba, su deporte, y con tristeza, dejó de prepararse. Su entrenador, Víctor González, veía mucho talento en ella como para desperdiciarlo, por lo que su ayuda fue fundamental para que la Selección del Tolima la hiciera parte de su equipo a los 12 años.
Este momento fue primordial para ella y su vida profesional. Dos años después, en 2006, ya hacía parte de la Selección Femenina Sub 17 en el Sudamericano de Chile y fue la jugadora revelación del torneo. Sus sueños se cumplían, su familia estaba orgullosa, pero sobre todo ella se sentía realizada. Desde entonces, los torneos, los goles y las ovaciones hicieron parte de su día a día. Siguió participando en mundiales como la Copa Mundial Sub 17 de Nueva Zelanda en 2008 y la Sub 20 de Alemania en 2010.
Con la selección de su país ganó la Medalla de Oro en los Juegos Bolivarianos 2013 en Perú y la de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 en México y también, en los Juegos Panamericanos de Toronto (Canadá) en 2015. Cada medalla era una manera de callar las bocas de quienes no confiaron en ella. Desde pequeña se había visibilizado como una campeona y ahora lo estaba logrando: en la Copa América de Argentina 2014 fue nombrada como la mejor jugadora del torneo y su equipo se coronó como subcampeón, también fue jugadora estrella en la Copa Mundial 2015 y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Todos estos reconocimientos la posicionaron como una de las mejores jugadoras del país. Su disciplina y pasión la estaban llevando muy lejos.
No obstante, sus avances no solo han sido deportivos, pues fue una de las primeras deportistas que arremetió contra los señalamientos ofensivos de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y debatió sobre la discriminación hacia las mujeres en el fútbol. Y ahora, Yoreli Rincón, la niña que soñaba con el fútbol, hace parte del fichaje estelar del Inter de Milán, uno de los grandes equipos de Europa, y es reconocida por ser la primera jugadora profesional de fútbol en Colombia. Es decir, una jugadora de otro planeta, de otro nivel.
Cuento 2: María José Uribe Durán
Hoyo en uno

Hola, ¿cómo estás? Mi nombre es María José Uribe Durán, soy golfista y hoy te contaré un cuento sobre una joven con una vida muy parecida a la mía. La llamaremos Mariajo, ¿te parece? Bueno, comencemos.
Mariajo nació en Bucaramanga, la capital de Santander, el 27 de febrero de 1990. Desde muy pequeña descubrió que lo suyo era el golf. Todo empezó cuando sus padres se hicieron socios de un club de la ciudad que tenía varios campos de golf. ¿Puedes creerlo? es una coincidencia. Resulta que la protagonista de esta historia conquistó el United States Women’s Amateur Golf Championship como aficionada a sus 17 años, siendo la única latinoamericana, y por tanto colombiana, en conseguir este título. Y como si esto fuera poco, al jugar golf en la University of California (UCLA), fue seleccionada por el equipo All American en 2008 y 2009. ¿Quién ve a esta chica? Tan joven y ya dando de qué hablar.
En 2008, jugó como profesional en el Abierto de los Estados Unidos Femenino, ocupando la décima posición y consiguiendo el premio a mejor aficionada, ¿cómo la ven? En 2009 dejó la UCLA y regresó a su ciudad natal para trabajar en una fundación junto a su hermana. Ese mismo año se convirtió en jugadora profesional y empezó a disputar en la Ladies Professional Golf Association (LPGA). A estas alturas, Mariajo ya era la sensación entre su familia, amigos e incluso, en todo el país.
Ella siguió participando en diferentes torneos, consiguiendo más reconocimientos como el décimo lugar en el Campeonato Evian 2014, la Medalla de Oro en los Juegos Panamericanos de 2015 y la Medalla de Plata en los Juegos Suramericanos de 2014. Sin embargo, no todo en la vida es una competencia. Mariajo ya habló de su retiro. ¡Que alguien le pregunte por qué, por favor! Ella afirma que es porque para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 estará sobre los 30 años y a esta edad desea ser mamá. Desde su matrimonio ya lo había planeado, así que su último año en el Tour LPGA será el 2020. Aunque me contó un pajarito que Mariajo mencionó que si el país no tiene representante fija para París 2014, ella iría para no perder el cupo. Mejor dicho, que sea lo que Dios quiera.
Por ahora eso fue todo sobre mi amiga Mariajo, que alguien hable con ella sobre su retiro porque no queremos que se vaya. Es una gran referente del deporte femenino en el departamento y en el país. Aunque quién sabe, tú podrías ser la siguiente estrella.
Cuento 3: Valentina Becerra Quintanilla
Sirena por accidente

Hace unos tantos años, un 23 de octubre de 2001, nació en Bucaramanga una niña llamada Valentina Becerra Quintanilla. Era una chica muy amable, al punto de estar dispuesta a ayudar a su hermano por cuatro meses a hacer un tratamiento en piscinas, después de que él sufriera una lesión. Fue ahí donde se enamoró de la natación. Aunque al inicio era muy mala y terminaba de última en las carreras que hacía con sus compañeras del Club de Natación Los Gatos. Sin embargo, con dedicación y disciplina todo se puede.
En 2014, la protagonista de este cuento empezó a sobresalir con sus actuaciones en eventos nacionales e internacionales, como los Juegos Suramericanos Escolares. En 2015 y 2016 siguió con su carrera hacia la cima, imponiéndose en la mayoría de competencias en las que participó y resaltando así su esfuerzo. Valentina fue la tercera mejor nadadora del Suramericano Juvenil II de Cali, obteniendo dos medallas de bronce, y ni hablemos de los Juegos Intercolegiados Nacionales donde obtuvo cuatro oros, dos platas y dos bronces. Ha participado en torneos como el Mundial Junior de Indianápolis, los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 y los Juegos Bolivarianos de Santa Marta.
Pero eso no es todo, pues esta sirena logró una beca para estudiar Psicología en la Southern Methodist University (SMU)en Texas y, de esta manera, continuar su carrera en Estados Unidos, luego de competir en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Sus brazadas son más acordes con el estilo mariposa, pero su talento también lo demuestra en los estilos libre, espalda y pecho.
Quién sabe qué le deparará el futuro a esta chica, una nadadora que se ha ganado el respeto de sus colegas y paisanos. Estoy segura que el éxito la acompaña ahora y, como dicen los famosos cuentos de Disney, por siempre y para siempre.
Cuento 4: Lucía Paola Bautista Sarmiento
La mejor de dos mundos

Érase una vez una niña llamada Lucía Paola Bautista Sarmiento, quien nació el 6 de diciembre de 2002 en Bucaramanga. Su vida era normal. Se destacaba en su colegio por ser una de las tres mejores estudiantes de su salón de clases y era muy activa si de deporte se trataba: montó bicicleta, practicó natación, tenis de mesa e incluso fútbol, pero fue en 2016 que sus cualidades en el squash la hicieron destacar. Para este año, Lucía tenía 13 años y ya resaltaba su manera de jugar en juegos nacionales e internacionales, pues logró clasificar en el Panamericano Juvenil Sub 19 que se jugó en Filadelfia (Estados Unidos) y donde obtuvo una medalla de bronce.
Hablemos un poco de su carrera en Colombia. Ganó de principio a fin todos los torneos que se celebran en la categoría Damas Segunda y un oro en el Máster de Bogotá, y recordemos que allí solo participan los ocho mejores competidores del país. Esto la catapultó a Primera, la máxima categoría del squash nacional. Luci alterna su preparación deportiva con el estudio. Nació para sobresalir y todos lo saben. Normalmente llega temprano a sus entrenamientos para cumplir con sus compromisos académicos y si no, los termina en casa.
Esta chica no es conformista, se reta a mejorar cada vez más para obtener una beca que le facilite estudiar Administración de Empresas. Otro logro de la squashista fue ganar la primera medalla para el departamento en los XXI Juegos Deportivos Nacionales Bolívar 2019, en donde clasificó a la semifinal, trayéndole al departamento la Medalla de Bronce. Hasta el momento la chica de “érase una vez” se sigue superando y logrando nuevas metas. Ojalá sus sueños se cumplan, ya que como todos los cuentos, este merece un final feliz.