Por René Palomino Rodríguez*
rpalomino@unab.edu.co
Entre las series alojadas en las plataformas en línea se encuentran verdaderas joyas que a veces pasan desapercibidas. Tiempo después la crítica y los espectadores comienzan a otorgarles el valor que se merecen y que en su momento les fue arrebatado por el esquivo rating. También porque su brillo se ve opacado por otras series que se hacen virales y se instalan en el centro de esa urdimbre de contenidos que alimentan esa cosa abstracta que denominamos “cultura”.
Ese fue el caso de ‘The Wire’ (2002) una serie policíaca de televisión ambientada en Baltimore, Estados Unidos, creada por David Simon. En su estreno tuvo el infortunio de competir con otra serie de HBO de la época: ‘Los Soprano’. Pero han pasado los años y algunos críticos catalogan a ‘The Wire’ como la mejor serie de todos los tiempos. Para ellos, más allá de ser otra serie policíaca, esta está llena de realismo. Los personajes de las calles de Baltimore, considerada como una de las ciudades más peligrosas del país, son complejos, escapan de la sosa clasificación entre buenos y malos, típica de estas series. Son hechos en la calle y sus cicatrices, y así asumen su existencia día a día.
Antes de escribir ficción, David Simon fue primero periodista, cubría la sección policial en el periódico: The Baltimore Sun, en su ciudad natal. Este conocimiento de las calles, acumulado de años, más el amor por esta ciudad que le duele, lo lleva a escribir el retrato cruel y desnudo de Baltimore en ‘The Wire’.
‘The Deuce’ es la última serie creada por Simon, se estrenó a finales del 2019 y actualmente puede verse en plataformas de HBO. Y como es costumbre, ha pasado desapercibida al lado de producciones como Juego de tronos.
Esta vez el relato se traslada al viejo Manhattan. ‘The Deuce’ es como se conoce a la zona de la calle 42 con Broadway. A finales de los 70, antes de la renovación urbana, esta era una zona lumpen. En esta calle se veían prostitutas de todas las edades y razas, manejadas por sus ‘chulos’ (proxenetas) ataviados con ropajes extravagantes. También estaban los mafiosos italianos de vieja escuela y sus testaferros, quienes manejaban todos los negocios del sector: bares, restaurantes, lugares de apuestas. La policía neoyorquina permitía que todo el negocio fluyera a cambio de que no hubiese enfrentamientos entre estos grupos.
En ese contexto, el comercio alrededor del sexo comienza a diversificarse, aparecen los primeros negocios de striptease y burdeles, promovidos por los italianos e irlandeses, desplazando de paso a los “chulos”, en su mayoría afrodescendientes. En esta especie de ecosistema urbano comienzan a intervenir otros agentes, inversores de finca raíz que con un falso discurso moralista quieren desahuciar la zona para poder comprar los predios baldíos a bajo costo y promover una ambiciosa renovación urbana.
Pareciese que la serie tuviera como protagonistas a los hombres poderosos de la zona y que el sexo y el detrás de cámaras, de cómo comenzaron a hacerse los primeros filmes pornográficos, fuera el atractivo fácil del relato. Habitual en las series con contenido erótico. Sin embargo, la serie sorprende precisamente por el tratamiento crítico hacia la cosificación de la mujer en la industria pornográfica de finales de los años 70 y 80.
Las mujeres son los personajes más interesantes y complejos en la trama, son las que se transforman y crecen en el relato mucho más que los hombres, incluso los de mente abierta. Entre ellos James Franco, quien tiene un doble rol al interpretar a unos hermanos gemelos de origen italiano: Franky y Vincent Martino.
Uno de los personajes más interesantes es Eillen Merrell (Maggie Gyllenhaal) una madre soltera que trabaja como prostituta en la calle 42, y es la única que renunció a la protección de un proxeneta. Comienza a participar en el cine porno local y decide posteriormente hacerse directora con el fin de romper el estereotipo del sexo y el placer femenino desde la única perspectiva posible hasta ese momento en la industria pornográfica, la masculina.
Una estudiante de literatura de la Universidad de Nueva York (NYU, por su sigla en inglés), de familia acomodada, decide dejarlo todo e irse a vivir a ‘The Deuce’. Abigail Parker, interpretada por la rusa Margarita Levieva, primero es camarera en el Hi Hat, un pub donde confluyen los personajes de la zona, luego se hace administradora y posteriormente activista de los derechos de las mujeres. Ella será de las primeras mujeres que comienza a trabajar por las prostitutas de la zona en pro de su libertad y sus derechos.
*Profesor del Programa de Artes Audiovisuales de la Unab.