Por Felipe Jaimes Lagos
fjaimes394@unab.edu.co
Quien está detrás de aquella orden de un paquete de ositos de goma (14 unidades), dos paquetes de Barrilete (3 unidades) y dos más de Bon Bon Bum (3 unidades) es un estudiante de Administración de Empresas, de 21 años. Aunque el empaque del pedido esté marcado con el nombre de Pipe Gomitas, este negocio no sería nada sin el trabajo y la empatía de quien está detrás de él: Luis Felipe Millán Téllez.
La idea de comercializar dulces cara a cara y sonrisa a sonrisa comenzó mientras cursaba noveno grado en el colegio La Salle. Desde la primera venta, Millán Téllez supo que para recibir primero hay que dar: “Invertía mis descansos para vender gomitas en vez de estar con mis amigos”. Hasta que en undécimo grado decidió parar el negocio para disfrutar de su familia y la experiencia de vivir la promoción.
El chico que recorría la Unab
Después de egresar del colegio y de un año difícil tras el fallecimiento de su padre, Felipe comenzó la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Pero no sería hasta tercer semestre que, con la intención de enfrentar los 7 millones que costaba su matrícula, Luis Felipe decidió tomar acción y volver a la venta de gomitas.
Con 80 mil pesos y una bandeja que le pidió prestada a su señora madre, inició la andadura de Pipe Gomitas por los pasillos de la Unab. Equipado con la bandeja llena de banderitas, gomas Trululú y sandías, en medio de recesos Pipe ofrecía su dulce repertorio por toda la universidad y como en el colegio, para recibir tuvo que dar: “Dejé de ir constantemente al gimnasio, también les dije adiós a las horas de videojuegos y hasta a salir a comer con mis amigos”.

Además del cambio de hábitos, también se presentó un cambio de rutina en donde “cada día en medio de escaleras, subidas y bajadas, alcanzaba a caminar 15 kilómetros solo en los alrededores de la universidad”. Sin embargo, algo más cuantioso que las caminatas y el esfuerzo que hacía de lunes a viernes, es la confianza que surgió entre él y las personas que le compraban.
“En ocasiones, algunas personas me contaban sus preocupaciones y me tomaba el tiempo de escucharlas, era una razón muy válida para parar por un rato”, y a pesar de lo difícil que podía ser romper el hielo o el miedo a ser mirado con desprecio, la bandeja que llevaba Pipe en su maletín cada vez traía más y variada mercancía. Fue tan reconocido en los pasillos de la Unab que el 29 de febrero de 2020 abrió una página en Instagram (@pipe_gomitas) para poder recibir los pedidos de sus clientes.
“Mi placer, endulzarte”
Por caprichos de la vida o cuestiones del destino, una semana antes del 16 de marzo de 2020 (fecha en la que se anunciaron las clases remotas en la Unab), Millán Téllez decidió invertir gran parte de sus ahorros en 80 kilos de mercancía para Pipe Gomitas. “En plena pandemia ver esa mercancía quieta, sabiendo que eran mis ahorros de kilómetros y jornadas de 8 a.m a 8 p.m, no sabía qué hacer”, pasó una semana de relativo descanso del ruedo.
Tan pronto pasaron esos siete días, “la cuarentena de meses se sintió como un solo mes” para Pipe. Se enfocó en su página de Instagram, llegando a dedicarle siete horas por día, cambió la bandeja y maletín donde transportaba la mercancía por estanterías de más de metro y medio en donde clasificaba minuciosamente cada producto.

El cambio de sistema llevó a que Millán Téllez abriera su tienda web (www.pipegomitas.com), aunque en un principio la idea era crear una aplicación, pero como dice: “Paso a paso van llegando las cosas”. Así mismo, pasó de demorarse 20 minutos empacando un pedido a máximo gastarse dos minutos por orden.
Aprendiendo sobre la optimización de domicilios, organización de productos, publicidad y uso apropiado del marketing digital, Luis Felipe Millán Téllez ha hecho que Pipe Gomitas más que un negocio sea su legado. Justamente, más allá de presumir los ingresos y las cifras en redes (aspectos que el propio Luis Felipe prefiere dejar en segundo plano), el objetivo principal es “crear algo, dejar mi aporte al mundo” y por esta razón, la mayor inversión de Felipe ha sido que “todo mi tiempo es exclusivamente para Pipe Gomitas”.