Desde Bucaramanga, los estudiantes de universidades públicas y privadas han acompañado la protesta nacional por la educación. Como Bogotá, Medellín y Cali, la capital santandereana ha visto la organización de colectivos estudiantiles que exigen mayores recursos al gobierno nacional, como el incremento presupuestal de 4,5 billones de pesos a las Instituciones de Educación Superior Públicas del país; la reliquidación de las deudas de los estudiantes con el El Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), con tasa real de interés en 0%, y la condonación para los estudiantes de programa ‘Ser Pilo Paga’, incluyendo a quienes hayan desertado del programa y garantías de permanencia y graduación de aquellos que accedieron a dichos créditos, entre otros.

La Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees), con representación de estudiantes de distintas instituciones, entre estas la Universidad Industrial de Santander (UIS), ha logrado que la convocatoria a las movilizaciones sea masiva y además, ha logrado poner sobre la mesa una discusión a la que, de acuerdo con Ivonne Natalia Quiroga, representante de la Unees, no se le ha dado la relevancia que requiere: cambiar la legislación.

“En el último encuentro fue creado un comité académico con el fin de establecer la metodología para la construcción de una posible ley de la educación como una apuesta a futuro”, comentó Quiroga, quien además añadió que “una vez se hagan las reformas que han planteado, será posible la formulación de la ley de la educación construida desde la base del estudiantado”.

“Pública la queremos”

El 10 de octubre, de acuerdo con la Unees, cerca de 15 mil manifestantes, entre estudiantes de universidades públicas y privadas, acompañados de profesores, personal administrativo, sindicatos, colectivos de Derechos Humanos y padres de familia, se tomaron las principales calles de Bucaramanga como la carrera 27 y la 33. Pero esto no fue suficiente. El miércoles 17, desde las 5 de la tarde, la comunidad estudiantil se reunió en distintos puntos para darle vida a lo que se llamó la marcha de las antorchas.

Desde la Universidad Industrial de Santander (UIS) y las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS) inició la marcha de estudiantes que se tomó las carreras 27 y 33, hasta la Puerta del Sol, sobre la diagonal 15.

Alrededor de tres horas duró la manifestación convocada por Unees. La marcha fue acompañada por la Policía Nacional, Tránsito de Bucaramanga y el Escuadrón Móvil Antidisturbios.

Marcha de las antorchas. Uno de los puntos de partida de la movilización fue la Universidad Industrial de Santander, UIS. A las 9 de la noche, los estudiantes que estaban concentrados en la Puerta del Sol, retornaron a este campus. /FOTO SILVIA NATALIA LEÓN SISA

La marcha tuvo otros actores como la Fortaleza Leoparda Sur, Fecode y la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), entre otros. Rafael Valdivieso, representante de la CUT, aseguró que esta institución “expresa su sentimiento de rechazo a las políticas del nuevo gobierno en contra de la educación, que es un derecho fundamental, y su presupuesto” y también hizo un llamado a “invertir en la educación con vocación científica para ver un progreso tangible en el país”.

Dos horas estuvo paralizado el tráfico en el sector que conecta el centro de Bucaramanga con la autopista a Floridablanca con las carreras 15, 27, 21 y 33, debido al plantón de los estudiantes. A las 9 de la noche se dispersó la multitud y los pertenecientes a la UIS regresaron por la carrera 27 hacia la institución, también marchando.

El 27 de septiembre, la Uness presentó un pliego de diez peticiones al Ministerio de Educación, en el que además se exigió el aumento del presupuesto para Colciencias en un 100% con base al presupuesto asignado este año para la institución, así como el fortalecimiento de las agendas investigativas incluyendo áreas como las humanidades, artes y ciencias básicas.

También “la generación de un plan de pago de la deuda histórica que tiene el Estado con las universidades públicas en el marco del Plan Nacional de Desarrollo que hoy asciende a más de 16 billones de pesos, el déficit deberá saldarse en un plazo no mayor a 10 años”, y la derogación de la Ley 1911 de Financiación Contingente al Ingreso; de esto se espera la “construcción de una nueva regla fiscal”que asigne los recursos para las instituciones de educación superior públicas y que ajuste el costo de matrículas para las privadas.

Ante lo anterior, la respuesta del Gobierno Nacional a estas solicitudes fue un aumento presupuestal de 1 billón de pesos para la educación. Este hecho generó dudas en los representantes estudiantiles que en forma de presión convocaron a la movilización del pasado 17 de octubre.

Josafat Tarazona, vocero de la Unees, aseguró que “se han logrado aterrizar propuestas articuladoras desde todas las entidades universitarias del país” y que “es momento de que el Gobierno tome en serio las peticiones que hacen los estudiantes, ya que la solución de 1 billón de pesos no cubre ni la tercera parte de la problemática que vive el país en materia de financiación”.

“Eso no es nada, nosotros no sabemos para dónde va esa plata. La propuesta que saca el Ministerio de Hacienda es que de ese billón de pesos, 55 mil millones vaya a la base presupuestal de la educación,  desconociendo que ese valor no alcanza ni siquiera para cubrir el desfinanciamiento de la Universidad Nacional. Es una miseria”, concluye Tarazona.

Por Juan Sebastián Serrano

jserrano167@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga