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Una apuesta por el turismo sostenible en la región de Soto Norte, Santander

La Universidad Autónoma de Bucaramanga y la Cámara de Comercio de Bucaramanga se unen en un proyecto para generar ingresos económicos en esta zona. La iniciativa la lidera el programa de Administración Hotelera y Turística.

Suratá, reconocido por sus actividades culturales. hace parte de los seis municipios de esta provincia que busca alternativas para mejortar la economía./FOTO NATALIA CARRILLO

Por Natalia Carrillo Ascencio

ncarrillo660@unab.edu.co

El convenio institucional “Plan de Desarrollo Turístico para la provincia de Soto Norte” realizado por la Cámara de Comercio de Bucaramanga y la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), por intermedio del programa de Administración Turística y Hotelera, es un ejercicio que busca encontrar una estrategia para que permita la apertura de rutas a esta región del departamento.

La provincia está conformada por seis municipios: California, Charta, Matanza, Suratá, Tona y Vetas, y cuenta con diferentes posibilidades a ofertar debido al atractivo de sus espacios naturales. Pese a la polémica de la presencia minera en los ecosistemas estratégicos, sus restricciones y condiciones en el escenario, hay diferentes barreras que de alguna manera han generado un alejamiento por parte de los visitantes a esa zona.

Es por ello que los profesores de la Unab, Ricardo Varela y Lyda Rivera, junto a Diana María Reinoso y Anyella Fuentes, de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, decidieron emprender este camino para mirar cómo está la visita de extranjeros allí, si hay algunos proyectos que han empezado y la importancia del tema como mejora para los ingresos económicos de los habitantes. Asimismo, fue objeto de análisis la violación en derechos humanos que trajo consigo el conflicto armado.

El proceso consta de tres momentos fundamentales. El primero es un diagnóstico, una caracterización de la zona a la luz de lo que ellos desarrollan como modelo, para mirar algunos de los componentes que han estado en el territorio. La segunda se reconoce como intervención, que fundamentalmente es identificar quiénes son las personas que pueden estar interesadas, la capacitación para iniciar el acercamiento con todos los actores que estaban laborando de manera independiente y empezar a decirles cómo se debe trabajar conjuntamente en términos de región. La tercera fase consiste en hacer práctica de lo aprendido y organizar voluntades.

Dentro de los resultados obtenidos en lo que va del proyecto, que inició en diciembre del 2018, se evidenciaron otros ejercicios que ya habían sido realizados y que han generado divisiones en las comunidades, unos los lidera la Sociedad Minera de Santander (Minesa) y otros están siendo desarrollados con recursos de cooperación internacional por organizaciones que tienen una función ambientalista.

Matanza, municipio de historia y patrimonio, sus tierras son propicias al desarrollo agrícola especialmente los cultivos de tomate, maíz, arveja, fríjol, papa, variedad de hortalizas y frutales.

También se analizó la demanda en la caracterización, es decir quién iría a estos complejos turísticos o por qué puede estar interesada una persona en ir. Se hizo un tipo de revisión de fuentes en el Sistema de Información Turística (Situr) acerca de los extranjeros que están llegando a Colombia y de quienes llegan a Santander.

De atractivo se rescatan cuatro aspectos hacia lo que podría ser la actividad turística. Uno es lo natural, sin duda alguna es una realidad que se vive, es decir, se puede trabajar ecoturismo en áreas protegidas con otro tipo de manejo y gestión pedagógica, más educativa, controlada y restrictiva pero también dirigida a un público que valore más, en pequeños grupos y no en grandes para crear conciencia del ejercicio que se intenta hacer.

En planta física hay establecimientos nuevos y que llevan algún tiempo, en su mayoría hoteles y restaurantes. El estudio se desarrolló en torno a los prestadores de servicios turísticos tradicionales (según el Situr, a abril de 2019 son 1741), se hizo un ejercicio de conocimiento de algunas características de los empresarios que hay en el sector. “Hay dos tendencias marcadas, unos de más de tres años y otros que llevan menos tiempo. Poca formalización, por eso la Cámara de Comercio tiene su interés allí para empezar”, afrimó Rivera, también docente universitaria.

Agregó que el recorrido no está en lo que se desarrolla a partir de propuestas informales porque eso genera deterioro en los escenarios, insatisfacción, poca calidad y empirismo. “Esto se ha identificado, ya que no es sano para la región en donde se ejecuta”, afirma Rivera, integrante del proyecto y quien dio a conocer a Periódico 15 otros detalles sobre el proyecto.

Universidad Autónoma de Bucaramanga