Por: Alejandra Gámez Orduz / mgamez@unab.edu.co 

La noche fresca, después de un aguacero, convocó en La Casa del Libro Total a 40 personas mal contadas. El auditorio marcaba periodistas, cuasi-periodistas, abogados, curiosos, gerentes y directores de entidades de salud de la ciudad. A las 6:54 p.m., empezó el evento que nos reunía. Quienes estaban de píe buscaron rápidamente un lugar donde acomodarse, y los que ya estaban sentados alzaron la mirada, guardaron su celular y fijaron la atención. 

Entró el padre del derecho a la información pública, Alberto Donadío y junto a él un periodista legendario, Fabio Castillo, el invitado sorpresa de la noche. La sala estaba atenta, emocionada y a la expectativa. Arrancó Donadío, micrófono en mano, saludó a los asistentes y comentó el orden de la noche. 

  1. Presentar el libro “Palacino es inocente” y conversar con el protagonista de esta historia, Carlos Gustavo Palacino Antía. 
  2. Hablar con Fabio Castillo sobre su “vida literalmente cinematográfica”.

Antes de entrar en materia, Alberto dio una breve introducción a la veteranía de Castillo “no podemos dejar que se vaya sin hablar de todo lo que ha hecho en el periodismo”. 

Ahora sí, a lo que vinimos: vamos. La historia de Palacino captó la atención de Donadío cuando en 2013 su mente divagaba buscando un nuevo gran tema para investigar, después de publicar el libro sobre un afamado escándalo: El cartel de interbolsa. Crónica de una estafa financiera. Mientras escarbaba en pilas de documentos encontró que no eran ciertas las acusaciones contra Palacino, por lo que se volcaron todos sus planes y terminó escribiendo un libro diferente al planeado. Dijo: “Palacino es inocente porque las pruebas que se presentaron contra él por parte de la Fiscalía y la Contraloría no tienen ningún sustento”. 

El hilo conductor de la presentación es “el engaño del que ha sido víctima la opinión pública por parte de las autoridades”. Saludcoop era la EPS más grande de Colombia y fue fundada por Carlos Palacino, un estadístico, administrativo, actuario, con dos especializaciones -una en cooperativismo y otra en Derechos de Seguros- una maestría en Seguridad Social y un técnico del SENA en Administración de Seguros, más preparado que un Yogurt diría mi papá. Desde 1995 hasta 2011 fue el presidente ejecutivo de Saludcoop, EPS que acogía a más de 7.500.000 colombianos, junto con EPS Cruz Blanca y  Cafesalud. 

In dubio pro reo 

Sandra Morelli, quien ejercía como contralora en ese momento (2010 – 2014), abrió una investigación en contra de Palacino por usar el dinero que le entraba a la EPS para fines propios, como comprar inmuebles en el exterior, carros de alta gama o hacer préstamos a socios. Básicamente, por supuestamente usar las necesidades económicas de  colombianos enfermos como fachada para su beneficio propio. 

Ante estas acusaciones el in dubio pro reo entró como defensor del pueblo, si las pruebas son insuficientes para demostrar los hechos, la justicia debe favorecer a quien le recae toda la culpa. “Todos dieron por cierto que eso era así, ahora me doy cuenta que ninguno leyó el fallo… es una payasada” comentó Donadío como ferviente defensor del ex-director de Saludcoop y de la lógica social.

El siguiente acusador público fue el tan conocido Daniel Coronell, un periodista mediático famoso por sus investigaciones contrapoder. Donadío comentó que sus posturas no son nada personales en contra de esta figura, pero sí cree que abusó de su poder y autoridad para publicar las columnas de opinión que dejaron a 34.000 colombianos sin trabajo.

El periodista premium

Continuando con el itinerario, Alberto mostró 3 citas en la gran pared blanca que funcionó como pantalla. Estas son fragmentos de columnas publicadas por Coronell, quien es, según palabras de Donadío, “periodista premium” de Colombia. Pastor Virviescas, sentado en primera fila, fue el encargado de leerlas: 

  • “La juez 49 penal del circuito de Bogotá encontró evidencias de que Palacino se apropió de dineros públicos que debían estar destinados a tratamientos médicos de los afiliados a Saludcoop. Con esa plata compró propiedades en Colombia y en el exterior, hizo préstamos a socios y adquirió vehículos de alta gama”.
  • “Amplio acervo probatorio que existe en medios de comunicación sobre el uso indebido que hizo usted de los recursos de la salud puestos bajo su cargo”.
  • “(Sobre un BMW) Adoraba manejarlo él mismo, oler el fino cuero de las sillas, el exclusivo palo de rosa del tablero, programar el computador y sentir el pique de la máquina empujándolo contra la silla”. 

Con esta última cita, Donadío dio paso a cuestionar el oficio del periodista investigativo, en especial el que recibe mucha audiencia, mencionó: “esto es para un curso de escritura creativa”. Pues Coronell no tenía cómo comprobar de dónde sacó la información para ser tan específico en detalles que sólo serían visibles para personas que frecuenten con él (Palacino). Además, cuando contactó a Coronell para preguntarle por las pruebas que utilizó para esas afirmaciones, él le respondió “las columnas se defienden por sí solas”, ante esto Alberto dice “ahí yo supe que Coronell no tiene pruebas”. 

“Si el libro de Don Alberto hace un milagro”

Después de media hora la gran pantalla se iluminó con el rostro de Carlos Palacino, vestido con saco y corbata, en lo que aparentemente era su oficina, saludó a todos los asistentes. Su imagen, alumbrada con la luz de los reflectores y la luna reflejaba el cansancio de lo que en una serie que se convirtió en “la verdad para la sociedad colombiana”. En los próximos 30 minutos, antes de la ronda de preguntas, el ex-director de Saludcoop planteó que el problema no son las instituciones sino las personas “los periodistas se paran en las puertas de las instituciones del estado, piden información pero no la verifican”. 

Apeló a su memoría para contar desde su punto de vista qué fue lo que pasó y terminó cuestionándose: “¿qué puede uno confiar de la historia, de lo que se escribe? ¿Es verdad o es mentira?”

Después de aproximadamente 20 minutos de intervención, empezó la ronda de preguntas. A las 8:03 p.m., cuando la temperatura empezaba a descender y el frío se sentía más profundo en la piel, cinco personas levantaron la mano con convicción para aprovechar al personaje que tenían, pantalla de por medio, al frente. María Adelaida Rueda, desde las filas de atrás preguntó “¿Usted piensa demandar al Estado? ¿Volverá a dirigir una EPS en Colombia?” A lo que nuestro protagonista respondió: “las pretensiones mías no son económicas, solo quiero recuperar mi estabilidad económica y la de mi familia” y para la segunda respuesta “yo no volvería a una EPS porque no van a desarrollar una como fue Saludcoop en ese momento”.

Luego, mientras Palacino respondía las preguntas de un joven, que no dijo su nombre, de entre 20 – 30 años, la llamada se trabó. Unos segundos después continuó haciendo su intervención respondiendo a las preguntas “¿habló con Coronell? ¿Él los buscó? ¿Cuántas veces hablaron?” “Solo una vez, tuvimos una reunión en El Nogal, no duró más de una hora”. 

Al final, la ronda de preguntas Palacino concluyó que estos 22 años de investigaciones contra él, le sirvieron para darse cuenta del concepto de amistad “es lo mejor que le puede pasar a uno en la vida, saber realmente quiénes son los verdaderos amigos”.  La invitación de la noche, sin duda, fue la de entrarle al libro “Palacino es inocente” para poder seguir con esta conversación.  

Universidad Autónoma de Bucaramanga