La ministra María Victoria Angulo considera que uno de los factores de éxito que determina que Santander se destaque nacionalmente por la calidad de su educación es que los sectores público y privado trabajan conjuntamente. /FOTO SUMINISTRADA

Por Santiago Gómez Mejía* / sgomez685@unab.edu.co

La noche antes de firmar el decreto que modificó el proceso del registro calificado de las Instituciones de Educación Superior (IES), la ministra María Victoria Angulo Gómez recibió al Periódico 15 en su despacho con el fin de hacer un balance del primer año de su gestión al frente del Ministerio. Ibaguereña, economista de la Universidad de los Andes con maestrías en Desarrollo Económico y Análisis Económico Aplicado, la ministra ha trabajado en el Departamento Nacional de Planeación, la Secretaría de Hacienda de Bogotá, en el Ministerio de Educación Nacional como Subdirectora de Apoyo a la Gestión de las IES y luego como directora de Fomento de la Educación Superior. En 2011 fue nombrada directora ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación y luego fue secretaria de Educación en Bogotá.

¿En lo personal, qué significa para usted que, finalizando un año tan ajetreado, la revista Semana la haya incluido en el grupo de ministros destacados de este gobierno?

Lo primero que siento es gratitud porque justamente en este contexto lleno de retos importantes y desafíos que vivimos durante el año nos ha tocado mantener distintas conversaciones sobre temas críticos para la educación, algunos de los cuales habían quedado pendientes de administraciones anteriores. Valoro que, más allá de esos desafíos, los medios hayan sido capaces de reconocer cómo hemos ido avanzando, cómo hay capacidad de escucha y cómo hemos podido hacer propuestas responsables a pesar de las diferencias. Eso es valiosísimo y anima a mi equipo a seguir trabajando para hacer realidad lo incluido en el Plan de Desarrollo, que fue un ejercicio también bastante arduo, pues implicó la realización de más de 32 talleres
de preparación en los que quedó evidente que el tema educativo es prioritario para Colombia en la agenda legislativa y en el top of mind de la ciudadanía.

Una de las actuaciones que más se reconocen de su gestión es la negociación de los paros que empezaron tan solo dos meses después de su posesión. ¿Qué tan complejo es negociar con el gremio de maestros en Colombia?

Yo creo que para quien haya trabajado en educación, como en mi caso, es parte natural del ejercicio profesional establecer permanentes conversaciones con maestros y estudiantes. Obviamente, hay contextos de contextos. Aquí no era solamente una conversación, sino todo un debate nacional en el marco de una coyuntura política de inicio de gobierno. En ese sentido fue retador, porque era poner en tiempo presente unos temas del pasado que en otros momentos no hubieran generado esta controversia. Nos tocaba con
serenidad manifestar que esto no era nada personal, sino un tema de país, sentarnos con capacidad de escucha activa para tratar de ir sumando a medida que se avanzaba en los temas. El grupo de estudiantes y de maestros tenía muy buen nivel, la conversación fue nutrida y además estuve bien acompañada porque hablamos como sector y como gobierno. El Ministerio de Hacienda me acompañó permanentemente. También el Icfes, el Icetex, Colciencias, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), lo que demuestra
que la conversación en torno a lo educativo es cada vez más intersectorial y eso le da más sentido al diálogo para poder tratar temas económicos, legales y de política a profundidad.

La Unidad Administrativa del Programa de Alimentación Escolar (PAE) será creada en los próximos 4 meses y estará adscrita al Ministerio,
según lo establecido en el Plan de Desarrollo. /FOTO SUMINISTRADA

Una de las paradojas del sector es que los docentes evalúan todos los días a sus estudiantes, pero les cuesta mucho ser evaluados. ¿Cómo va el tema de la evaluación diagnóstico formativa para maestros de educación básica y media?

Con básica y media tuvimos más de cincuenta sesiones de trabajo durante 2019. Con el colectivo de los maestros agremiados en la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) teníamos una agenda en dos sentidos. Primero, mirar qué compromisos no se habían cumplido, que lo trabajamos entre
agosto y diciembre de año pasado y derivó en que el Presidente Iván Duque hiciera realidad la bonificación
salarial para docentes, adicional al aumento para 2019 y determinara el tema de los cursos de ascenso. Eso demandó un esfuerzo fiscal importante, pero era necesario. Luego, en febrero nos dedicamos a la conversación del pliego que cada dos años por ley la organización sindical debe presentar al Ministerio. En
él se trataron varios temas, uno de ellos el de la evaluación diagnóstico formativa, que incluye pruebas de conocimiento, pero también observación de aula. Hay un decreto vigente de 2015 que marca el derrotero normativo de la evaluación. Se presentaron más de 90.000 docentes y el Icfes se está encargando de toda la parte técnica. Esto es un reto sectorial que consiste en reconocer que la evaluación no solo se hace para
calificar sino para fortalecer el ejercicio formativo y avanzar para mejorarlo. Lamentablemente encontramos
una coyuntura y es que se habían acabado las evaluaciones a los niños y a los jóvenes, entonces asumimos el desafío de hacer la evaluación diagnóstico formativa, pero recuperaremos también las evaluaciones de estudiantes, porque en el año 2018 Colombia solo tuvo una prueba, el Saber 11. Eso fue una señal compleja para el sector porque en Colombia ya hay una cultura de usar la información de dichas evaluaciones para promover procesos de mejoramiento. Aprovechamos para replantear con el Icfes el sistema de pruebas
para los niños, recogiendo buenas lecciones adquiridas en procesos evaluativos anteriores y desde octubre habrá nuevamente pruebas para tercero, quinto, noveno y once, incluyendo el tema de escritura y recuperando el de competencias ciudadanas, que son temas fundamentales. Era paradójico que Colombia, en medio de un proceso de paz, llevara cinco años sin evaluarlas. En resumen: vuelve la cultura de la evaluación. Los retos son usar constructivamente la información que las evaluaciones nos dan para fortalecer el mejoramiento educativo, así como entender que no se puede retroalimentar el proceso educativo sin evaluar.

El segundo gran reto fue el Plan de Desarrollo, en el que quedó plasmada la necesidad de retomar el compromiso de reformar el Sistema General de Participaciones (SGP), ¿cómo se imaginan el Ministerio y este gobierno ese nuevo escenario de financiación para el sector?

Esa era otra de las conversaciones pendientes del sector porque la última definición sobre ese andamiaje financiero fue hace ya un tiempo largo y en ese tránsito han llegado a la agenda nuevos temas como primera infancia y alimentación escolar. Adicionalmente, los recursos fueron siendo cada vez menores en el Sistema, entonces vale la pena hacer una nueva conversación que dé respuestas no solo para este gobierno. Esto requiere poner a conversar al país sobre financiación intersectorial que puede llegar a ser polémico. Eso demuestra que este gobierno se toma en serio el tema educativo. Mañana (el pasado 25 de julio de 2019) e instala la Comisión de Alto Nivel que congregará a expertos y a representantes de los varios sectores interesados para hacer una conversación amplia porque obviamente cada uno reclamará recursos para financiarse. El reto es llegar a acuerdos realizables que satisfagan a todos, los diferentes sectores deberán ser generosos en esa negociación, pero lo importante era evidenciar la necesidad de poner el tema sobre la mesa. El Plan de Desarrollo así lo garantizó, no debemos perder esta oportunidad, es el momento de hacerlo.

Otro asunto importante para el sector en el Plan de Desarrollo es la creación de la Unidad Administrativa del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

El Plan de Alimentación llegó a este Ministerio hace siete años, se asignaron unos recursos, pero no se había integrado de forma sustantiva a sus funciones. Yo soy una convencida, no teórica sino en la práctica, de que es prioritario y que es poderoso porque implica nutrición, estilos de vida saludable, relación con la familia, encadenamientos productivos, lo cual determina muchas potencialidades. Sin embargo, hay retos porque existen vacíos normativos. Por eso, con el Presidente definimos algunas medidas. Unas de corto plazo, como duplicar los recursos para alimentación escolar y elevar la meta de niños beneficiados, hacer estudios de costos y contratación. La otra medida es crear una institucionalidad que nos permita apoyar a los secretarios de Educación en este aspecto. Para ello se creará una Unidad que tengo seis meses para poner a operar, adscrita al Ministerio. La meta es poder mitigar todas las fallas que el Ministerio ha detectado con la entrada en operación de la Unidad, lo que implicará cambios normativos importantes. Eso nos permitirá enviar el mensaje de que la alimentación de los niños es sagrada.

La ministra inauguró el pasado 24 de julio, como parte del Ecosistema de Innovación Educativa liderado por el Ministerio, un espacio para el encuentro de maestros y directivos con el fin de promover el desarrollo de competencias y habilidades para el siglo XXI. FOTO SUMINISTRADA

En el Plan de Desarrollo se destaca la reforma del Icetex. ¿Cuál será su el alcance?

En los temas que acordamos tanto con los estudiantes como con los docentes y también en el Plan de Desarrollo, fue prioritario el tema del crédito educativo. El debate no es si debe existir, sino cómo debe existir. Hay que resolver el tema de los deudores, siendo realistas y encontrando mecanismos para alivianar de manera viable, revisando condiciones de los créditos, identificando nuevos productos que el Icetex pueda ofrecer, mejorar los sistemas de información y la atención al cliente. Convertirlo en una institución que acompañe a los jóvenes para evitar deserciones. No es solamente importante tener más recursos y mayor cobertura, sino que no debemos perder de vista el tema de reducción de la deserción para que los muchachos se gradúen. También hay que digitalizar los sistemas de información del Icetex.

¿Qué están haciendo bien Santander y Bucaramanga en términos educativos? ¿Qué deberían aprender otras regiones de esas experiencias?

Esa pregunta se la viene haciendo el país desde el 2000. Primero, rescato el liderazgo de los rectores y rectoras de los colegios. Allá hay mucho respeto y dignificación de esa función. Segundo, la inversión que se ha hecho en Santander en infraestructura educativa, independiente del matiz político de sus gobiernos. Por otro lado, se le ha puesto mucho foco al aprendizaje de esos avances y sus buenas prácticas, así como a las alianzas público privadas. La existencia de universidades reconocidas y de alta calidad permite que los jóvenes entiendan que es posible hacer la trayectoria formativa completa en su región y eso es importante.
Persisten, sin embargo, varios desafíos, el principal de ellos el de la alimentación escolar, pero también la incorporación de TIC. Se debe además seguir avanzando en calidad, formalización de los docentes, investigación, bienestar de los estudiantes. También, y eso es muy bonito en Santander, las universidades públicas y privadas siempre han trabajado en equipo. Igualmente, ha sido fundamental el papel de la Cámara de Comercio que trabaja de la mano con Empresarios por la Educación.

¿Qué análisis ha hecho este ministerio frente a la disminución de la matrícula en las IES durante los últimos años?

Hubo universidades que estuvieron atentas y se dieron cuenta oportunamente que eso tenía un trasfondo demográfico y económico. Pero hay una tercera razón y es que la Universidad debe reinventarse, hay que ofrecer más programas pertinentes para lo que requiere hoy el mundo laboral y productivo, de acuerdo con las vocaciones de los jóvenes. La solución pasa por la incorporación de TIC, por pensar y ofrecer nuevos programas interdisciplinarios e intersectoriales, por fortalecer el sistema de aseguramiento de calidad.

Por último, ¿cómo quiere que el país recuerde su gestión en este Ministerio?


Quiero que recuerden este ministerio como el que hizo una apuesta responsable por mejorar la educación de los colombianos, un ministerio que no solo pensó en el hoy, sino que dejó establecidas las bases para lo subsiguiente.

La ministra firmó el pasado 25 de julio junto al presidente Iván Duque el decreto que regula el Registro Calificado para fortalecer la
calidad en Educación Superior. /FOTO SUMINISTRADA

Logros del primer año de Gobierno

  1. Formación de 1.100 tutores en educación inicial que acompañarán
    a cerca de 8.000 maestros en el fortalecimiento de sus prácticas pedagógicas.
  2. Aumento del 45% en los recursos del PAE para 2019. 300.000 nuevos estudiantes atendidos.
  3. Distribución de más de 11 millones de textos escolares a establecimientos
    educativos focalizados por los programas Todos a Aprender, jornada única y Colombia Bilingüe.
  4. Entrega de nuevo mobiliario a 597 sedes educativas en 14 departamentos.
  5. Formación de 756.032 personas en educación de adultos en todos los ciclos.
  6. Más de $4,5 billones de nuevos recursos para la educación superior pública durante el cuatrienio.
  7. 47.076 beneficiarios de Generación E.
  8. Entre noviembre de 2018 y abril de 2019 se atendieron 3.417 personas en el proceso de educación para adultos dirigida a excombatientes. De ellos, 400 se graduaron.
  9. Asignación de recursos de financiamiento de IES públicas con un crecimiento de 3.5 puntos porcentuales sobre el IPC.
  10. Más de $4.600 millones para la prestación del transporte escolar en el corredor humanitario que beneficia a estudiantes que habitan en Venezuela

En una frase

Un sueño

— Seguir siempre aportando a transformaciones educativas.

Una pesadilla recurrente

— Sentir que el tiempo no alcanza para la cantidad de retos diarios.

Un hobby

— La cocina.

Una ciudad

— Barcelona.

Un recuerdo de la universidad

— Los buenos trabajos en grupo y las muchas horas de buenas conversaciones con mis compañeros de carrera.

Una virtud

— Trabajar con pasión y responsabilidad.

Un defecto

— La angustia, los nervios.

Una serie de Netflix

— Merlí.

Un lugar por conocer

— Turquía

*Decano de la facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes, y director del programa de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab.

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