Aunque se considera que el espacio público es inembargable, el alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández Suárez, continúa con la idea de dejar que los vendedores informales se tomen el paseo del comercio y otros sectores para que trabajen durante el fin de año.

“Los vendedores informales son puros pobres consecuencia de un sistema que los ha excluido, pero esos pobres son personas que sienten, tienen hambre, tienen necesidades” afirmó el mandatario local.

Según el estudio más reciente realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el centro de Bucaramanga hay 2.500 vendedores ambulante.

Hernández Suárez agregó que los vendedores informales también tienen deberes y derechos como cualquier comerciante de la ciudad.

El representante de la Federación de Comerciantes, Fenalco Santander,Alejandro Almeyda, respondió que esto se podría convertir en un una dificultad social y puede ser contraproducente para la ciudad.

¿Qué opinan sobre la propuesta de la Alcaldía? 

 

Almeyda considera que la administración de Bucaramanga debe replantear esta propuesta y organizarlos sin alterar el espacio público del centro de la ciudad. «Si se genera permisividad mucha gente va a venir aplicar la informalidad afectado a los vendedores formales”, expresó el director de Fenalco Santander.

Es importante recordar que en diciembre el centro de Bucaramanga se convierte en uno de los focos de mayor afluencia de visitantes, lo que no solo ocasiona congestión para los transeúntes, sino problemas de seguridad.

 

Por Pedro Cabanzo Arenas                                                    pcabanzo@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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